Terrorismo Cotidiano

Enero 26 del 2024

Eran los primeros días de un año, no recuerdo cuál, pero me sentía animado no solo en lo personal, había animo en toda la sociedad a mi alrededor, vivía en la ciudad de Guatemala. Todo parecía que iba por el camino del buen humor para proyectos de toda índole y un día por la tarde un bus lleno más allá de su capacidad,  que iba para un lugar llamado Ciudad Quetzal paro para todavía subir más personas, de repente dentro del bus sucedieron explosiones provenientes de una mochilas. 

Vienen a mi memoria  la imagen de una joven a quien la mochila con explosivos  le había estallado en las manos y en vivo el noticiario transmitía la muchacha sentada con sus manos y brazos destrozados, siguió a este lamentable hecho un tratamiento periodístico muy peculiar, empezaron a transmitir en vivo las reacciones de los familiares al enterarse de que su familiar había fallecido en el atentado en mención, entrevistando por radio de manera amarillista a las familias alrededor de cada una de las víctimas, y hasta hicieron campañas para pedir dinero para  cubrir los gastos del sepelio y entierro, transmitiendo desde los velorios de cada una de las víctimas. 

Con ello y pasando unos días vi como el animo y la esperanza de que se pudiese hacer un cambio positivo en la sociedad no solo habían mermado en mi, si no que en toda la sociedad que me rodeaba, empezando otra vez a tener  muy barato el cinismo. No se que pensar del hecho y sus efectos, una versión decía que los dueños de los buses no quisieron pagar la extorsión por parte de los pandilleros, según entiendo esto se pudo haber arreglado, con reuniones o por lo menos quemando el bus en el parking de la empresa cuando estaba vacío, pero poner bombas en un bus lleno de ciudadanos pasa del vandalismo a un terrorismo cruel y barbárico. No solo fue la perdida de valiosas vidas si no que en la sociedad se vivió un sufrimiento psicológico. Por ello, da la sensación de que no solo fueron unos pandilleros tratando de amedrentar a un empresario, me latía en ese momento que había mucho más, la manera en la que se dieron los hechos y la manera en la que los medios abordaron esa noticia en comparación con otros hechos similares o peores que no recibieron tanta atención ni tanta exposición, me hacia sospechar, ¿De que?…

  Esas entrevistas como la de una de las madres de una de las víctimas en vivo recién enterándose de la muerte de su hijo, solo podía informar el dolor, la angustia, la impotencia de una señora que le informaban que murió su hijo desecho por una bomba, esas declaraciones desgarradoras y toda la sociedad escuchando esa transmisión  fue espeluznante, el objetivo parecía ser  informar terror, tristeza, zozobra. 

Y me hace concluir, hoy que a los años recuerdo ese macabro hecho que:  Como sociedad tenemos que mantener la mente fría para poder ver en cierta manera  cuales son las intrahistoria y que es lo que verdaderamente esta pasando, y que por mucho que quieran bajarnos el ánimo, tener el suficiente control para no afectarnos y solucionar las situaciones, de que si fue una pandilla, pues darle notoriedad a la captura o la no captura de esos pandilleros y sus jefes o si fue un acto terrorista venido desde la política pues también hubiera sido importante darle seguimiento mediático para ver de donde vino la orden de cometer esa tremenda barbarie. Como sociedad y como comunidad debemos de ser más inteligentes, debemos de consultar a nuestros conductores sociales y políticos  ¿Qué esta pasando y cómo salimos de esta o esa coyuntura?.

Lui Donis

@luidonisblog